Focaccia

La focaccia es una de esas cosas que me recuerda a la familia. Mi hermana y yo no estamos viviendo en casa ahora, así que hablar de ésta receta, hace que piense en todos los recuerdos que me trae. De jueves por la noche, con nuestros padres, hablando de todo, bebiendo vino tinto, comiendo ésto acompañado con salsa de tomate y aceitunas verdes y un poco más de aceite de oliva, algún queso y música instrumental de fondo.

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Y hace que extrañe todo eso, y a la vez hace que me de cuenta del poder que tienen las cosas para hacernos recordar, la comida, la música y hasta los olores. Cuando pienso en esto siempre pienso en la escena de la película de Disney “Ratatouille”, cuando el crítico gastronómico prueba el ratatouille que Remy (el ratón) cocina, y se transporta a su niñez. El sabor le recuerda a su madre y al ratatouille que su madre le cocinaba de pequeño, lo que le trae muchos recuerdos bonitos y casi puede ver a su mamá de nuevo allí con él. Es algo muy bonito que hace nuestro cerebro con cosas que hemos vivido antes.

A nosotras nos gusta la focaccia asi. No mas gruesa, ni más delgada, asi. En el punto perfecto en que se siente como un pan esponjoso a la vez que es crujiente.  

Nosotras usamos una placa de piedra para pizzas para hornear la focaccia, porque hace que la masa se infle y se cocine mucho mas rápido, lo que consigue que sea crujiente, y no quede apelmazada. A éstas placas se les conoce como pizza stones y hay de varios tipos, se colocan en el horno antes de precalentarlo y para cocinar, se pone la masa directamente encima de la placa, así se simula un poco el horneado de un horno de piedra. Es muy fácil de conseguir online o en algun shop especializado en instrumentaria de cocina. Si prefieres comprarla en línea aquí te dejo nuestros links de afiliado para los pizza stones que recomendamos, esta pizza stone si nos visitas desde México, y esta si si nos visitas desde España.

Si te gusta esta receta, tienes que ver nuestra ciabatta sin amasar.