3tazas (390 gr)harina de trigo de todo uso,tamizada
Suficiente aceite para freír (canola, girasol, maíz)
Azúcar glass para decorar, cantidad suficiente
Instructions
En un bol grande, agregar el huevo con la sal y el azúcar. Batir con un globo batidor de mano por 1 minuto hasta que la mezcla se esponje un poco.
Añadir la mantequilla con el buttermilk, bicarbonato de sodio y ralladura de limón. Batir por 2 minutos más hasta lograr una mezcla homogénea.
Por último, agregar la harina (previamente tamizada) y mezclar con una espátula de goma por 1 minuto hasta lograr una masa muy suave.
Cubrir el bol con papel plástico film o una toalla de cocina y dejar la masa reposar por 20 minutos.
Una vez que la masa haya reposado, colocarla en una superficie enharinada y estirarla con un rodillo de cocina hasta formar un rectángulo de unos 4-5 mm de grosor.
Con un cortador de pizza o cuchillo bien filoso, cortar tiras de 5-6 cm de ancho a lo ancho del rectángulo. Después, cortar la masa diagonalmente siguiendo el mismo tamaño de 5-6 cm de ancho para formar rombos de masa. Al final se deben obtener aproximadamente 24 rombos.
Una vez que los rombos estén formados, hacerles un pequeño corte en el centro. Para dar la forma clásica, tomar cada uno de los rombos, pasar una de sus puntas por dentro del corte y estirar. Repetir el proceso hasta que todos los panes estén formados.
Aparte, agregar suficiente aceite para freír a una sartén grande y llevarla a fuego medio.
Cuando el aceite esté bien caliente y tenga una temperatura entre 170°-180° C, comenzar a freír los panes en tandas de 6 o la cantidad que quepa en la sartén. Los panes deben freírse 2 minutos por cada lado hasta que estén dorados.
En cuanto los panes salgan del aceite, colocarlos en un plato grande con papel absorbente para quitar el exceso de aceite. Decorarlos con azúcar glass por encima y listo.