Precalentar el horno a 180° C. Colocar las almendras en una bandeja con papel de horno asegurándose de que no estén encimadas y hornearlas hasta que se doren, de 8 a 10 minutos, teniendo cuidado de que no se quemen.
En cuanto salgan del horno (calientes) colocarlas en un procesador de alimentos y triturarlas por 10 minutos aproximadamente hasta que se forme una pasta suave y cremosa.
Agregar el resto de ingredientes, triturar por 5 minutos más para que todo se integre y se obtenga una mezcla suave y homogénea.
Colocar la mantequilla de almendras en un frasco con tapa para que se almacene a temperatura ambiente hasta por 10 días o en el refrigerador hasta por 1 mes.