En un vaso pequeño, combinar el agua fría con la grenetina y dejar reposar por 5 minutos. Además, con un cuchillo bien filoso, abrir a lo largo la vaina de vainilla y con cuidado retirar todas las semillas de su interior.
Colocar una olla pequeña a fuego bajo, agregar la crema para batir, leche, azúcar, sal, semillas de vainilla y cocinar por 3 minutos, removiendo constantemente para que no se queme (es importante que la mezcla no hierva).
Añadir la grenetina, mezclar hasta que esté completamente disuelta y retirar la olla del fuego.
Dividir la mezcla en 4 vasos o ramekins y refrigerar por lo menos 2 horas o toda la noche.
Para la salsa de fresa:
Colocar una sartén pequeña a fuego medio. Cortar las fresas en rebanadas o trozos pequeños, agregarlas a la sartén junto con el azúcar y cocinar por 7 minutos mínimo hasta obtener una salsa un poco espesa.
Añadir el jugo de limón, cocinar por 1 minutos más y retirar la sartén del fuego. Dejar que se enfríe por completo y servir con la panna cotta.