3 3/4taza (487 gr)harina de trigo de panadería o de todo uso
1 1/2cdita (10.5 gr)sal
2cdas (30 gr)mantequilla sin sal
2cdas (30 gr)manteca vegetal
Harina de maíz amarillo,cantidad necesaria
Instructions
En un tazón colocar la leche entera con el azúcar y la levadura y mezclar. Dejar reposar por 15 minutos para que la levadura se active. Una vez que se ha activado, agregar el buttermilk y mezclar para que todo se integre.
Aparte, en otro tazón colocar la harina y la sal. Agregar la mezcla de la levadura y mezclar con una cuchara de madera hasta obtener una masa.
Colocar esta masa en una superficie limpia y enharinada y amasar por 10 minutos hasta obtener una masa muy suave.
Incorporar la mantequilla y la manteca y amasar de nuevo por 10 minutos hasta obtener una masa muy suave y elástica (todo el proceso de amasado también se puede hacer en una batidora con el gancho amasador).
Hacer una bola con la masa, untarla con un poco de aceite vegetal y colocarla en un tazón que cubriremos con papel film o una toalla de cocina. Dejar que la masa repose por 2 horas hasta que doble su tamaño.
Una vez que haya doblado su tamaño, colocarla en la mesada limpia y enharinada y cortarla en 10 porciones iguales. Hacer un pequeña bola con cada porción de masa y después estirarlas con el rodillo o con las manos hasta que estén aplanadas y tengan un grosor de 1 cm. Colocar cada muffin ya formado en un molde para horno previamente engrasado y enharinado con un poco de harina de maíz amarillo y cubrirlos con una toalla de cocina para que reposen por 1 hora y doblen su tamaño.
Precalentar el horno a 204° C y, cuando falten 20 minutos para que se cumpla la hora, colocar un comal rectangular grande o sartén a fuego medio. Una vez que el comal esté caliente, colocar encima 5 muffins y dejar que se doren por 5 minutos por cada lado.
Repetir el paso anterior hasta que todos los muffins estén dorados, colocarlos en los mismos moldes de horno y llevarlos al horno a 204° C por 10 minutos hasta que se cocinen por completo.
Dejar que se enfríen un poco antes de consumirlos. Para cortarlos es importante hacerlo con un tenedor y no con un cuchillo para que no se apelmacen.