En una tabla de cortar, pelar el jengibre fresco y cortar en trozos pequeños de forma irregular. Cortar el limón en rebanadas.
Poner los trozos de jengibre, rebanadas de limón y hojitas de hierbabuena en una jarra donde servir el agua.
Verter el agua en la jarra hasta llenarla y poner en la nevera o refrigerador durante al menos 4 horas, para que el agua se infusione de todos los sabores.