Precalentar el horno a 210° C. Colocar capacillos en un molde para 12 muffins grandes. En un bol mediano, tamizar la harina con el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio y la sal.
Aparte, en un bol grande, agregar el azúcar con la ralladura de limón y usando las yemas de los dedos, frotar ambos ingredientes entre sí. Esto ayudará a sacar los aceites de la ralladura de limón, añadiendo más sabor.
Añadir los huevos, mantequilla derretida, crema agria, leche, jugo de limón y extracto de vainilla. Batir con un globo batidor de mano o una batidora eléctrica por 2 minutos hasta lograr una mezcla más clara y esponjosa.
Agregar la mezcla de la harina en dos adiciones, batiendo por 10 segundos después de cada adición para obtener una mezcla suave y sin grumos. Por último, añadir las semillas de amapola y batir solo hasta que se incorporen.
Con cuidado, vaciar la mezcla en los 12 capacillos llenando cada uno a 3/4 de su capacidad. Hornear los muffins a 210° C por 18-20 minutos aproximadamente o hasta que estén ligeramente dorados y al introducir un palillo de madera el mismo salga limpio.
Mientras los muffins se hornean, para hacer el glaseado agregar a un bol mediano el azúcar glass con el jugo de limón y mezclar con un tenedor por unos segundos hasta que se forme un glaseado un poco espeso.
Retirar los muffins del horno, dejarlos enfriar por al menos 15 minutos y después decorarlos con el glaseado.