1/2taza (120 ml)crema para batir o leche, para el horneado
Para el relleno:
1/2taza (112 gr)mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
3/4taza (|80 gr)puré de calabaza sin azúcar
1taza (200 gr)azúcar moreno
2cdas (16 gr)fécula de maíz
2cdascanela en polvo
1cditajengibre en polvo
1/2cditanuez moscada en polvo
1/4cditaclavo de olor molido
Para el glaseado:
3/4taza (170 gr)queso crema, a temperatura ambiente
1/4taza (56 gr)mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
1/2taza (60 gr)azúcar glass, tamizada
1pizca de sal
1cdita (5 ml)extracto de vainilla
2cdas (30 ml)leche entera
Instructions
Para la masa:
En un bol grande colocar la leche con la levadura y la mitad del azúcar. Mezclar con una cuchara y dejar reposar por 20 minutos para que la levadura se active.
Después de que haya reposado, añadir el resto del azúcar, huevos, extracto de vainilla, mantequilla, puré de calabaza y mezclar hasta que todo se integre.
Agregar la harina, sal, canela, jengibre, nuez moscada, clavo de olor y mezclar con una pala de madera o con las manos hasta que se forme una masa muy pegajosa.
Colocar la masa en una superficie limpia y amasar dando golpes y doblando sobre si misma por 20 minutos hasta que tome más forma (todo el proceso de amasado también se puede hacer en una batidora con el gancho amasador).
Una vez lista, formar una bola con la masa y ponerla en un bol limpio con un poco de aceite para que no se pegue. Cubrirla con papel film o una toalla de cocina y dejar que la masa leude por 1 hora y media para que doble su tamaño.
Para el relleno y el armado:
Para hacer el relleno, en un bol mediano mezclar con un tenedor el azúcar moreno con la fécula de maíz, canela, jengibre, nuez moscada y clavo de olor.
Una vez que la masa dobló su tamaño, colocarla en una superficie limpia previamente enharinada y extenderla con un rodillo de cocina hasta formar un rectángulo grande de 60 cm de largo x 40 cm de ancho aproximadamente.
Para rellenarlos, untar con una brocha de cocina o una espátula toda la mantequilla suavizada en la superficie de la masa estirada y después espolvorear la mezcla del azúcar moreno por encima. Al final, agregar encima cucharadas del puré de calabaza y extenderlo de manera uniforme hasta los bordes usando la misma espátula.
Enrollar la masa a lo largo para formar un rollo y después pellizcar un poco los bordes para tratar de unirlos. Con un cuchillo muy filoso o un trozo de hilo, cortar el rollo en 12 porciones del mismo tamaño.
Colocar los roles (dejando solamente 1 cm de separación entre cada uno) en un molde rectangular de paredes altas previamente engrasado y con papel de horno debajo.
Tapar el molde con papel film o una toalla de cocina y dejar que los roles reposen por 1 hora para que doblen su tamaño.
Precalentar el horno a 180° C y, una vez que los roles doblaron tamaño (se pegarán entre sí lo que es vital para que la masa conserve su suavidad), hornearlos por 10 minutos. Cuando pase este tiempo, retirar el molde del horno y verter uniformemente la crema para batir o leche sobre la parte superior de los roles, lo que evitará que se sequen.
Regresar los roles al horno y continuar horneando por otros 20 minutos o hasta que estén ligeramente dorados.
Una vez listos, retirar los roles del horno y dejar que se enfríen un poco antes de glasearlos.
Para el glaseado:
En un bol grande, agregar el queso crema con la mantequilla y batir con un globo batidor de mano por 2 minutos hasta que la mezcla se suavice.
Añadir el azúcar glass con la sal, extracto de vainilla, leche y batir por 1 minuto más hasta obtener un glaseado ligero y sin grumos.
Vaciar todo el glaseado encima de los roles de canela y calabaza y esparcirlo uniformemente.