Precalentar el horno a 180°C, y preparar dos moldes para horno con papel encerado.
En un bowl grande acremar, usando la batidora, la mantequilla, aceite, el azucar granulado y el azucar mascabado hasta que la mezcla se haga blanquisca y esponjosa. Añadir la vainilla y mezclar de nuevo.
Ahora agregar el colorante y el buttermilk y batir hasta que este todo incorporado.
En otro bowl, cernir la harina, cacao en polvo, sal y bicarbonato de sodio y mezclar.
Agregar esta mezcla de harina a la mezcla previa en tres adiciones, mezclando despues de cada adicion con una espatula de goma. Por último añadir el vinagre y mezclar solo un poco, con cuidado de no mezclar de más.
Con ayuda de una cuchara (a mi me gusta usar la 1/2 cucharada) ir sacando bolitas de masa e irlas colocando en los moldes con papel encerado, separadas una bolita de otra por 2 cm por lo menos.
Hornear a 180°C por 8 a 12 minutos aproximadamente, con cuidado de no hornear demasiado, o las galletas se pondran duras.
Una vez horneadas, esperar a que se enfrien totalmente antes de armar con con el relleno.
Para el relleno de queso crema:
En un bowl pequeño, usando la batidora, batir la mantequilla, el queso crema, vainilla y azucar glass hasta que la mezcla quede homogenea. Con el azucar hay que ir con cuidado, de poco a poco, hasta que tenga el gusto que se prefiera.
Para montar:
Tomar una galleta y ponerle de 1/2 cda a 1cda de relleno de queso crema en la parte de abajo, la parte plana, y pegar con otra galleta, presionar solo un poco entre las dos galletas. Hacer lo mismo con el resto de las galletas.