En un molde para horno rectangular colocar las piezas de camote y llevarlas a hornear por 30 minutos hasta que estén muy suaves. Sacarlas del horno y dejar que se enfríen por completo para después retirarles la cáscara. Colocar el camote en un tazón mediano y machacarlo con un tenedor hasta formar un puré.
En un tazón grande, cernir juntos la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato, la sal y todas las especias (canela, jengibre, clavo y nuez moscada).
Aparte, en otro tazón grande, mezclar con un batidor de mano los huevos, el aceite, los dos tipos de azúcar y la vainilla.
A esta mezcla agregar el puré de camote e incorporar perfectamente. Después integrar con una espátula de goma la mezcla de la harina y las nueces y mezclar hasta que todo esté homogéneo.
Repartir la mezcla en dos moldes de 23 cm previamente engrasados y hornear a 180° C por 50 minutos o hasta que al insertar un palillo de madera el mismo salga limpio.
Una vez que los bizcochos estén cocidos, retirarlos del horno y dejarlos enfriar por 10 minutos en el mismo molde. Después desmoldarlos y dejarlos enfriar por completo en un rejilla.
Para el betun:
En un bowl grande, acremar con la batidora el queso crema y la mantequilla por 3 minutos hasta que la mezcla esté suave y esponjosa.
Añadir poco a poco el azúcar glass previamente cernido y batir hasta que todo esté incorporado.
Agregar la leche, la vainilla y la sal y batir por 3 minutos hasta que la mezcla esté esponjosa y de un color más claro.
Para el armado:
En un plato grande (que será donde quedará el pastel), colocar una de las piezas del bizcocho y rellenar con la mitad del betún, cuidando que el mismo no llegue hasta las orillas.
Colocar encima la otra pieza del bizcocho y esparcir el resto del betún, solo en la superficie para que los lados queden descubiertos.
Refrigerar el pastel por 3 horas para que quede más firme.