Estas galletas de avena glaseadas no son las típicas galletas de avena que todos conocemos. Y es que las galletas de avena más típicas o más conocidas en México son las que llevan pasas o frutos secos en la mezcla. Las que son crujientes y de miga mas gruesa. En cambio, estas galletas de avena glaseadas son unas galletas pegajositas, “chewy”, de textura chiclosa, no tan gorditas y de miga más finita.
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Además, el sabor es distinto. La mezcla lleva canela y nuez moscada en polvo. Y también lleva melaza, que es un ingrediente que a nosotras nos encanta. La melaza es una especie de miel de caña sin procesar mucho. Es de color muy oscuro casi negro, y de textura similar a un sirope denso. Este ingrediente, más que dar dulzor a la mezcla, lo que hace es dar esa textura chiclosa que tanto nos gusta en esta receta.
Al final, el resultado es una galleta especiada, con mucho cuerpo, y sabores profundos. Con una textura que nos vuelve locas. Para terminar estas galletas se decoran con un glaseado sencillo que se hace con azúcar en polvo y un poco de leche.
La forma de glasear estas galletas es sumergirlas, como se hace también con las donas. Sumergimos para cubrir la parte de arriba de cada galleta y las dejamos en una rejilla de enfriamiento para que se les caiga a las galletas el exceso de glaseado.
Después de unos minutos el glaseado se endurece un poco y al morder las galletas me gusta mucho el contraste del glaseado casi crujiente, junto a la galleta que es suave y chiclosa. Se deshace en la boca casi, y esa sensación a mi me gusta mucho particularmente.
Si te gusta esta receta, tienes que ir a ver nuestros whoopie pays de avena, unas galletas tipo sandwich, que llevan un relleno de malvavisco. Una de mis galletas favoritas de todos los tiempos.
Ingredients
Equipment
Method
- En una licuadora o procesador de alimentos, agregar las hojuelas de avena y triturar pulsando de 7-10 veces hasta que estén más molidas pero no como harina de avena, por lo que no hay triturar demasiado.
- En un bol mediano tamizar la harina con el bicarbonato de sodio, la sal, la canela y la nuez moscada. Mezclar con una cuchara y reservar.
- Aparte, en un bol grande agregar la mantequilla con los dos tipos de azúcar y batir con una batidora eléctrica o un batidor de globo por 2-3 minutos hasta obtener una mezcla suave, esponjosa y de color más claro.
- Añadir el huevo, la melaza y el extracto de vainilla. Batir por 30 segundos más hasta que la mezcla esté suave y homogénea. Por último, agregar la mezcla de la harina junto con la avena triturada e integrar con una espátula de goma para formar una masa suave.
- Cubrir el bol con papel film plástico y refrigerar la masa durante 1 hora para que tome mejor consistencia y sabor. Una vez que haya pasado el tiempo de refrigeración de la masa, precalentar el horno a 180° C. Además, colocar papel de horno en dos moldes grandes.
- Con una cuchara de helado o con una cuchara, porcionar la masa en 15 bolitas del tamaño de 2 cucharadas y colocarlas en los moldes de horno separadas al menos 5 cm entre sí, ya que se esparcen al hornearse.
- Hornear las galletas por 12 minutos hasta que se vean firmes y ligeramente doradas en los bordes pero no del todo en el centro. Retirarlas del horno y dejarlas enfriar en los moldes por 10 minutos. Después, pasarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
- En un bol mediano, agregar el azúcar glass con la leche y el extracto de vainilla. Mezclar con una cuchara hasta lograr un glaseado ni muy ligero ni muy espeso. El glaseado ha alcanzado la consistencia correcta cuando se levanta la cuchara con un poco del mismo y se rocía de nuevo en el bol, aquí debe mantener su forma solo durante un segundo antes de disolverse en el resto del glaseado.
- Para glasear las galletas, tomar cada una por su base y sumergir solo la superficie en el glaseado. Colocarlas de nuevo sobre la rejilla para que el glaseado se seque por completo.
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