Precalentar el horno a 180° C. Colocar papel de horno en un molde circular de 25 cm de diámetro aproximadamente.
Colocar las galletas y las nueces en un procesador de alimentos y triturar por unos segundos hasta que queden en trozos pequeños pero no en polvo totalmente. También se pueden cortar con un cuchillo en una tabla de cortar.
Colocar las claras de huevo con la sal y el cremor tártaro en un bol limpio y seco. Batirlas con una batidora eléctrica durante 3-4 minutos hasta que estén a punto de turrón (cuando comiencen a subir mucho, estén blancas y algo firmes).
Sin dejar de batir, añadir poco a poco el azúcar con el polvo para hornear y continuar batiendo por otros 3 minutos hasta obtener un merengue brilloso de picos firmes.
Agregar el extracto de vainilla, las galletas y nueces molidas e incorporar con una espátula de goma de forma envolvente. Ya no se usa la batidora para que no se baje el batido de claras.
Vaciar la mezcla en el molde y hornear a 180° C por 30-40 minutos aproximadamente hasta que el mostachón comience a dorarse ligeramente. Retirar del horno, desmoldar con cuidado y dejar enfriar por completo.
Para la crema y terminado:
En un bol agregar la crema para batir y batir con la batidora eléctrica durante 2-3 minutos hasta que se formen picos suaves.
En otro bol, batir con la misma batidora o un globo batidor de mano el queso crema con la crema, azúcar glass, vainilla y sal por 2 minutos hasta que la mezcla esté suave y esponjosa.
Añadir la crema batida en tres adiciones a la mezcla de queso crema usando una espátula de goma para mezclar con movimientos envolventes. Refrigerar esta mezcla hasta que se necesite.
Colocar la base de merengue en un plato grande que será donde se presentará el mostachón.
Agregar encima la crema y esparcir con una espátula por toda la superficie. Añadir después el mango cortado en cubos pequeños y refrigerar el mostachón por 30 minutos antes de cortar para que se ponga más firme.