Este pastel blanco con relleno de zarzamora es riquísimo. Los pasteles son mi perdición. Me generan una sensación de amor-odio porque los amo pero también son mi mayor reto en la cocina.
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Como muchos de ustedes sabrán, en este blog no nos caracterizamos por hacer postres hermosos sino más bien deliciosos, así que siempre que hago un pastel mi mayor reto es decorarlo. Es por eso que prefiero optar por lo fácil y rápido.
Claro que este pastel blanco con relleno de zarzamora no fue la excepción y me vi en un problema a la hora de armarlo, ya que uno de los bizcochos se partió por la mitad y todo el pastel empezó a caerse. Como no soy buena decorando pero mi trayectoria en la cocina me ha traído algo de aprendizaje, pues tuve la oportuna idea de ensartar varios palillos en todo el pastel para que los bizcochos se mantuvieran en su lugar. Eso, más muchas horas de refrigeración, solucionó mi problema y así conseguí este bello pastel.
Ahora que ya hablé un poco sobre mis infortunios con los pasteles, me toca hablar sobre la parte bonita, la parte en la que si soy buena, porque este pastel blanco no será el más bonito pero si el más delicioso que he hecho en mucho tiempo, y conste que yo hago pasteles bastante seguido por puro gusto.
Me dediqué tanto a crear esta receta porque lo que más me interesaba era hornear el mejor bizcocho blanco. Tenía miedo de que no quedara bien porque había hecho algunos pasteles blancos antes y ninguno quedaba de mi total agrado.
Un pastel blanco se llama así porque como su nombre lo dice, es muy blanco ya que no lleva yemas de huevo ni ningún extracto de color oscuro. El hecho de que no lleve yemas ya es un poco complicado porque las yemas dan mucha textura y suavidad a los bizcochos. Pero eso me motivó todavía más a crear la mejor receta de pastel blanco.
Cuando pruebas un bocado de este pastel lo sabes: es el mejor pastel blanco que has probado y te sientes muy orgullosa de haberlo logrado y de que el amor triunfara esta vez en una receta de pastel.
La verdad es que lo más importante de este pastel es el bizcocho, como ya lo notaron. El relleno y el frosting le aportan muchísimo y en conjunto hacen un pastel espectacular digno de boda.
Si te gusta esta receta, tienes que ir a ver nuestro pastel victoria de fresa.
Pastel blanco con relleno de zarzamora
Ingredients
Para el bizcocho:
- 3 tazas (390 gr) harina de trigo para pastel o de todo uso
- 3 cditas (15 gr) polvo para hornear
- 1/2 cdita (2.5 gr) sal
- 1 taza (225 gr) mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 2 tazas (400 gr) azúcar blanco
- 6 claras de huevo frescas, a temperatura ambiente
- 1 taza (240 ml) leche entera, a temperatura ambiente
- 1/4 taza (60 gr) crema agria
- 1/4 taza (60 ml) aceite vegetal de sabor suave (canola, girasol, etc.)
- 1 cdita (5 ml) extracto de almendra
- 1 cdita (5 ml) vinagre blanco
Para el relleno y el frosting:
- 340 gr mermelada de zarzamora casera o comprada
- 2 1/2 tazas (600 ml) crema para batir, bien fría
- 1 1/2 tazas (185 gr) azúcar glass
- 1/2 cdita (2.5 gr) sal
- 1 cdita (5 ml) extracto de vainilla
- 1 taza (225 gr) queso crema, a temperatura ambiente
- 1 taza (225 gr) queso mascarpone, a temperatura ambiente
- Zarzamoras frescas para decorar (opcional)
Instructions
Para el bizcocho:
- Precalentar el horno a 180° C. Colocar papel de horno en tres molde redondos de 22 cm de diámetro aproximadamente.
- En un bol mediano tamizar la harina con el polvo para hornear y la sal.
- En otro bol mediano agregar la leche con la crema agria, aceite, extracto de almendra y vinagre blanco. Mezclar muy bien con un tenedor y reservar hasta que se necesite.
- En un bol grande, añadir la mantequilla con la mitad del azúcar y batir con la batidora eléctrica o globo batidor de mano por 3-4 minutos hasta que la mezcla se aclare y esponje un poco.
- Agregar la mezcla de la harina en 3 adiciones alternando con la mezcla de la leche, batiendo después de cada adición. Batir por 1 minuto más hasta lograr una mezcla suave y homogénea.
- Cascar los huevos y colocar las claras en un bol grande bien limpio y las yemas guardarlas en un tupper bien cerrado dentro del refrigerador ya que no se van a necesitar para la receta.
- Con la batidora eléctrica o el globo batidor de mano, batir las claras por 1 minuto hasta que empiecen a formar picos suaves. Agregar el resto del azúcar y continuar batiendo por 2-3 minutos más hasta que se formen picos más firmes.
- Añadir las claras batidas en tres adiciones a la mezcla previa. Se debe usar una espátula de goma y hacer movimientos envolventes para integrar ambas mezclas hasta lograr que todo esté homogéneo.
- Dividir la mezcla en los tres moldes y hornear a 180° C por 30-35 minutos aproximadamente hasta que al introducir un palillo de madera en los bizcochos, el mismo salga limpio.
- Una vez listos, dejar reposar los bizcochos por 10 minutos, desmoldarlos y colocarlos en una rejilla para que enfríen por completo.
Para el frosting:
- La crema para batir tiene que estar muy fría. Se puede colocar 15 minutos antes de batir en el congelador para que esté del modo adecuado.
- Una vez fría, colocar la crema en un bol grande con el azúcar glass, sal, extracto de vainilla y batir con la batidora eléctrica por 3-4 minutos hasta que se formen picos firmes.
- Aparte, agregar el queso crema con el queso mascarpone a un bol mediano y batir con la misma batidora eléctrica por 1 minuto hasta que se integren.
- Añadir una tercera parte de la crema batida al bol con la mezcla de quesos y batir por 30 segundos con la batidora eléctrica hasta incorporar. Añadir el resto de la crema batida pero esta vez mezclar con una espátula de goma haciendo movimientos envolventes hasta lograr un frosting consistente y homogéneo.
Para el armado:
- Colocar una de las piezas de bizcocho en un plato grande que será donde quedará finalmente el pastel. Con la manga pastelera o una espátula de goma agregar 1/4 parte del frosting, esparcirlo por toda la superficie del bizcocho y después colocar uniformemente la mitad de la mermelada. Repetir este paso una vez más hasta terminar con una pieza de bizcocho.
- Cubrir el pastel con una tapa o papel film y refrigerarlo por 1 hora para que sea más fácil cubrirlo por completo con el frosting.
- Una vez fuera del refrigerador, agregar poco a poco el frosting al pastel y decorarlo de la forma que se prefiera hasta que esté totalmente cubierto. Al final, decorar con más mermelada y zarzamoras frescas si se desea.
- Refrigerar el pastel por al menos 1 hora más antes de cortarlo para que no se desbarate al hacerlo.
