Empezamos oficialmente una serie de recetas de verano con este cobbler de durazno esponjosito. Ya les habíamos prometido por medio de nuestras redes sociales que empezaríamos una serie de recetas perfectas para el verano.
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Algunas de ellas formaran parte de una serie que en Instagram llamaremos “Horno MX sin horno” o algo así, aun no tenemos el nombre del todo definido. Pero ese nos gusta. Esos postres serán justo como dice el nombre, recetas sin usar horno claro.

De todas formas, va a haber más recetas de postres que si van a usar el horno, pero que igualmente son fresquitas y perfectas para esta temporada. Este cobbler de durazno esponjosito es una de ellas. Un cobbler no es otra cosa que una mezcla de fruta, idealmente fresca, con una capa de bizcocho por encima. Habiendo dicho esto, hay a quienes les gusta con más o menos parte de bizcocho, o les gusta que haya mucha mas fruta por ejemplo.

He de decir, que, aún cuando el cobbler se puede hacer con muchas frutas, nuestro favorito definitivo es hacerlo con durazno. Sobre todo, te recomendamos hacerlo ahora, cuando los duraznos están de temporada. Cuando están dulces, jugosos y llenos de sabor. El durazno tiene un cuerpo, textura, suavidad, y riqueza en sí, que desde mi punto de vista, pocas frutas tienen. Y eso encaja perfecto en un cobbler.

Un detalle importante es que a este cobbler le llamamos “esponjosito” porque tiene un poco más de bizcocho que nuestra receta antigua. Nuestro cobbler de durazno antiguo es una receta de un cobbler más clásico, que se siente más casero y hecho en casa. Este cobbler de durazno esponjosito es un poco distinto, en el que queríamos tener una capita de bizcocho más gruesa y más tipo “pastel” o “bizcochito”.

Este y todos los cobblers saben mucho mejor el mismo día que se hacen, o como mucho un par de días despues. Y acompañados de un buen helado de vainilla o de crema batida, lo que tu prefieras.
En cuanto al durazno, en la receta ponemos que hay que pelarlo, pero la verdad es que muchas veces lo usamos sin pelar, solo lo lavamos bien. Tu puedes pelarlo o no, como te guste más.

Si te gusta esta receta, entonces tienes que ir a ver nuestro cobbler de blueberries, va a ser todo un descubrimiento para ti.

Ingredients
Method
- Precalentar el horno a 190° C. Aparte, en una tabla para picar usar un cuchillo para cortar los duraznos por la mitad y luego en rebanadas gruesas. Colocarlas en un molde para horno rectangular de paredes altas que mida 28 cm x 18 cm aproximadamente.
- En el mismo molde agregar el azúcar, sal, harina y extracto de vainilla. Mezclar con una cuchara para que todos los ingredientes se integren y añadir encima los cubos de mantequilla. Reservar en el refrigerador hasta que se necesite.
- En un bol grande, agregar la harina con el azúcar, sal, polvo para hornear y mezclar muy bien todo con una cuchara.
- Añadir la mantequilla bien fría y amasar con un "pastry blender" o con las yemas de los dedos hasta que se forme una masa de consistencia arenosa y la mantequilla quede en trozos pequeños pero aún visibles. Es importante trabajar rápido para que la mantequilla mantenga su temperatura fría. Este paso también puede realizarse en un procesador de alimentos.
- Añadir la leche fría y mezclar con la misma cuchara para que los ingredientes se integren pero sin mezclar en exceso. La masa se verá un poco grumosa y húmeda pero así debe ser.
- Usando una cuchara grande o una cuchara para helado, agregar de 8 a 10 cucharadas de masa en el molde por encima de los duraznos, tratando de que el relleno se siga viendo entre cada cucharada y los duraznos no queden totalmente cubiertos por la masa.
- Espolvorear la masa por encima con un poco de azúcar y hornear el cobbler a 190° C durante 45 minutos aproximadamente hasta que esté dorado. Una vez listo, retirar el cobbler del horno y dejar reposar por 10 minutos. Servir tibio acompañado de helado de vainilla o crema batida si así se desea.
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